Cosas curiosas acerca de los loros que puede que no sepas…
1. Aunque parezca difícil de creer un loro tiene más vértebras en su cuello que una jirafa. Un loro puede tener 10 o más, mientras una jirafa sólo 7 vértebras cervicales.
2. Las cacatúas se diferencian de otros loros por la presencia en su aparato digestivo de vesícula biliar (entre otras cosas).
3. El intestino de un Ecléctus es en proporción, más largo que el de otros loros.
4. La lengua de los Lori presenta una adaptación especial “en cepillo” para facilitar el tipo de dieta nectívora que presenta.
5. El loro Aguileño picotea e ingiere la fruta en trozos enteros muy, muy grandes.
6. El color del plumaje de nuestro loro viene dado por la disposición de los pigmentos en las láminas de queratina. Los loros poseen un pigmento exclusivo que no se encuentra en otras aves, la psitacofulvinas.
7. Las cacatúas no presenta textura de Dyck en sus plumas, ello provoca que no muestren en su plumaje colores azules y verdes intensos.
8. Las plumas blancas se muestran menos resistentes al desgaste que las plumas de color. Parece que los pigmentos en la plumas están relacionados con una mayor resistencia a las agresiones del ambiente.
9. En algunas especies de cacatúas blancas, se puede diferenciar al macho de la hembra simplemente observando el color de los ojos. Es más claro en las hembras y muy oscuros en los machos.
10. Micropsitta pusio (Microloro Pusio) es las especie de loro más pequeña del mundo, mide unos 8,5 cm y pesa unos 11 gramos.
11. Las especies Loriculus duermen colgados boca abajo. También son llamados Loritos murciélagos. Algunos autores señalan que su respiración es más rápida que en el resto de las psitaciformes.
12. El Kakapo (Strigops habroptilus) conocido como el loro nocturno, además de ser el único loro no volador, poseen un olfato muy desarrollado, y es de las especies más pesadas (¡unos 4 kilos!). En la actualidad se dice que quedan menos de 150 loros en libertad.
13. Los pulmones de los loros trabajan en conjunto con los sacos aéreos lo que les confiere una gran eficiencia en la respiración, en comparación con los mamíferos. Por este motivo son muy susceptibles a envenenamientos por gases (como los que emana una sartén de teflón al calentarse a altas temperaturas).